La plazuela de Santa Cruz

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ISBN CM: 9788498164329


La plazuela de Santa Cruz. Pedro Calderón de la Barca

Acto único

(Salen Don Gil y un Hombre.)

Hombre: ¿A dónde vais tan de mañana?

Don Gil: Amigo,
voy hacia Santa Cruz.

Hombre: Dios me es testigo
que no he visto hombre que madrugue tanto.

Don Gil: Yo sí lo he visto.

Hombre: ¿Vos? Mucho me espanto;
mas quién es ahora saber quiero. 5

Don Gil: ¡Que no lo echéis de ver! Vos, majadero,
que si tanto no hubierais madrugado,
fuera imposible haberme aquí encontrado.

Hombre: Tenéis razón; mas ir allá ¿qué os mueve?

Don Gil: Tengo en la cárcel un negocio leve 10
sobre el averiguar cierto disgusto;
y más, que para mí no hay mayor gusto
que entre cuantos allí ponen sus tiendas
ver cada día cuatro mil contiendas.
Y pues hacia allá vais, no es conveniente 15
referiros el número de gente
que a todos causa regocijo y risa.

Hombre: Yo lo veré. Venid, que estoy de prisa.

(Vanse.)

(Dentro la Frutera.)

Frutera: Sácame aquesa tienda; ¿te haces ganga?
¡Servir y no servir! ¿Es mojiganga? 20

Uno: Aquí está ya, señora, no des voces.

(Dentro.)

Frutera: Calla, que te daré cuatro mil coces.

(Dentro todos.)

Prendera: Desátame esos líos.

Frutera: Pon el peso.

Herbolaria: Llega acá esa banasta. ¡Pierdo el seso!

Frutera: Ten ese garabito, impertinente. 25

Sacamanchas: Ya por las calles anda mucha gente.

(Salen todos con sus tiendas en mesas.)

Pues a vender, y sin hacer extremos,
para ver si hay quien compre, pregonemos.

(Cantando.)

Frutera: Por fea, y vender camuesas,
serpiente todos me llaman, 30
y por ser propio de sierpes
engañar con las manzanas.

Fragmento de la obra