El llanto
€1.00 IVA incluido
Sin existencias
El llanto. Emilia Pardo Bazán
¡Qué hermosa era la princesita! Robadle a la primavera los matices de sus rosas pálidas, y tendréis su cutis; al mar meridional su azur líquido, y tendréis sus pupilas, a la seda nativa su áureo y fino tusón, y tendréis la mata de su pelo. Y tomad (si sabéis dónde encontrarlas) las virtudes dulces y frescas de un alma de flor: la piedad, la ternura, la generosidad, el amor ideal hacia todos los humanos, y tendréis el espíritu celeste de la princesita hermosa.
Fragmento de la obra
Esta perfección era justamente lo que traía muy inquieto al rey, su padre. No tenía otra hija sino aquélla, y habíala conseguido tarde ya, cuando llegaba al límite que separa la madurez de la vejez; por lo cual hubiese anhelado resguardar con un fanal a la princesita, elevar alrededor suyo paredes de acero y, sobre todo, recubrir su corazón tierno, palpitante de presentimientos y de emociones sagradas, con la triple coraza de cuero batido del egoísmo, la indiferencia y la soberbia.
—Padre y señor —dijo un día la princesita, colgándose del cuello del rey—, si es verdad que me quieres, que deseas complacerme y hacerme la vida dichosa, permíteme que la dedique a consolar tanta desgracia como debe de existir en el mundo. No las he visto, porque tú me rodeas de esplendor y alegría y a mi alrededor se alza el bullicio de las risas y las canciones, pero yo adivino que lo habitual por ahí fuera será la desgracia, y que yo podría mitigarla quizás acercándome a ella.
—Ni lo imagines —gritó el rey con violencia amante—. Nada remediarías, y sufrirías en cambio infinito dolor. Cree en mi experiencia, y vive por encima de la muchedumbre miserable: vive alta, vive lejos; ni la mires ni la oigas. ¿No tienes fe en tu padre? Pues ahora mismo van a venir los sabios para que les consultes. ¡Ya verás si su consejo está de acuerdo con el mío!
Llegaron, en efecto, los sabios, y se formaron en semicírculo ante la princesita, que contemplaba con cierto asombro sus caras marchitas por el estudio, sus barbas desaliñadas y grises, sus ojos hundidos, de párpados abolsados protegidos por las gafas de plata, y sus frentes rugosas, que la calvicie hacía vastas y claras como lunas.
—El hombre —opinó el profesor de Antropología— no merece que nadie se moleste por él. Al hombre le quedan múltiples rastros y estigmas de su primitiva animalidad, el hombre es un lobo para el hombre, y su instinto y ley es la guerra de todos contra todos por la existencia. El hombre natural y verdadero es el salvaje, una fiera criminal.
Encarga una edición crítica a medida
Con Linkgua Ediciones puedes encargar ediciones críticas de nuestros libros clásicos que incluyan tus notas, índices y glosarios. Llena este formulario con tu propuesta. Te responderemos en menos de 24 horas.*
* No hacemos autoedición. Las ediciones críticas por encargo son solo de libros de nuestro catálogo.
Estos son los formatos y dimensiones de nuestros libros:
Alto | Ancho | |
---|---|---|
Rústica tipográfica | 148 mm | 210 mm |
Rústica ilustrada | 149 mm | 210 mm |
Tapa dura | 152 mm | 228 mm |

Aceptamos transferencias bancarias
Gastos de envíos gratis
Aceptamos devoluciones durante los primeros 30 días posteriores a su compra
Si tiene cualquier pregunta sobre nuestros libros o el proceso de compra estaremos encantados de ayudarle.