Santa Casilda
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ISBN tapa dura: 9788499531779
ISBN rústica: 9788498162097
En Santa Casilda Lope de Vega cuenta una historia legendaria. Al-Mamun, un señor musulmán, tenía una hija llamada Casilda. Cada noche, cuando todos dormían en el castillo de Al-Mamun, Casilda se levantaba del lecho y, entreabriendo la puerta y las ventanas de su aposento, escuchaba lamentos y gemidos que venían desde el foso. En sus visitas a las mazmorras de la fortaleza curaba las heridas de los prisioneros, los alimentaba y les daba consuelo, mientras hablaba con ellos y se despertaba en ella el interés por la religión cristiana a la que estos hombres no renunciaban pese a sus penalidades. Así se forjó la leyenda de Santa Casilda.
Jornada primera
(Salga Casilda, Alima y Zara, moras; Músicos cantando y ella vistiéndose.)
Músicos: «Al Alcázar de Toledo,
que el dorado Tajo baña,
las corrientes cristalinas
que humildes besan sus plantas;
en cuyos lienzos escriben
siempre grandezas las aguas,
y para que no se borren
lo enjugan polvos de plata.»Casilda: No cantéis más.
Zara: ¿Qué has tenido?
¿No estás buena?Casilda: No sé, Zara.
Zara: No te lo dice la cara,
si algún cuidado no ha sido
que te haya dado pesar.Casilda: Bien pienso que me le diera
si, aunque estoy triste, supiera
que otro me puede alegrar.Zara: No te entiendo.
Casilda: No te espantes,
que menos me entiendo yo.Zara: ¡Por tu vida! ¿Es amor?
Casilda: No;
cosas son más importantes.
Dejadme sola, que quiero
en este jardín quedarme
Por si puedo sosegarme
de la pasión con que muero.Zara: Alima, vamos.
Alima: Sospecho
que esta tristeza y dolor
es amor.Zara: No puede, amor,
contrastar su limpio pecho.(Váyanse, quedando ella recostada.)