Proyecto de Constitución de Bravo Murillo de 1 de diciembre de 1852

El Proyecto de Constitución de Bravo Murillo, presentado el 1 de diciembre de 1852, fue un intento de reforma constitucional en España durante el reinado de Isabel II. Fue propuesto por el político moderado Luis González Bravo, conocido como Bravo Murillo, quien ejercía como presidente del Consejo de Ministros en ese momento.
El proyecto buscaba establecer una nueva constitución que respondiera a las necesidades y demandas de la época, y que promoviera la estabilidad política y el orden social. Sin embargo, su enfoque era más conservador y centralista en comparación con otras propuestas constitucionales de la época.
Entre los aspectos más destacados del proyecto se encontraba la consolidación de la monarquía como forma de gobierno, con el rey como poder ejecutivo. También se proponía una división de poderes, aunque con un predominio del poder ejecutivo sobre el legislativo y judicial. Se establecía un sistema de representación en dos cámaras: el Senado, compuesto por miembros vitalicios, y el Congreso de los Diputados, elegido por sufragio censitario.
Además, el proyecto buscaba reforzar la autoridad central del gobierno y limitar la autonomía regional, otorgando al gobierno central un mayor control sobre las provincias y municipios.
A pesar de su propuesta, el Proyecto de Constitución de Bravo Murillo no logró ser aprobado y no llegó a ser implementado como ley. La oposición política y las discrepancias entre diferentes facciones impidieron su avance.
Sin embargo, el proyecto refleja los debates y tensiones políticas de la época, así como la búsqueda de un equilibrio entre el poder central y los intereses regionales. Es considerado un hito en la historia constitucional de España y muestra los intentos de reforma durante el reinado de Isabel II.