Los gramáticos: historia chinesca

Los gramáticos: historia chinesca es una novela de Juan Pablo Forner. En ella los diversos personajes son representaciones de Tomás de Iriarte y del propio Forner. Pekín simboliza a España, mientras que Japón representa a Francia. La trama se desarrolla de la siguiente manera:

El protagonista es un joven chino llamado Chao-Kong, equivalente a don Juan de Iriarte, quien es nombrado preceptor del hijo de un noble tras haber estudiado con los bonzos en Japón. A pesar de su limitado conocimiento, logra ascender en la corte imperial y convoca a sus dos sobrinos. Uno de ellos, Chu-su, representación de Tomás de Iriarte, es entrenado por su tío en el arte de la poesía y de aparentar sabiduría sin realmente poseerla.
En la trama, un joven recién llegado a la corte, que es un reflejo del propio Forner, publica un folleto en el que llama «asno» a Chu-su. Kin-Taiso persuade a este joven para que emprenda un viaje a Europa en compañía de un filósofo español amigo suyo. Durante su estancia en Madrid, el protagonista se entera de una disputa entre dos literatos españoles, similar a lo que le había sucedido a él mismo, y también descubre la pobre calidad de las obras de don Tomás de Iriarte, a quien se había propuesto imitar.
Esta experiencia le hace darse cuenta de su propia ignorancia y presunción, por lo que decide regresar a su país para estudiar y corregir su actitud petulante. Así, la novela plantea una crítica a la vanidad intelectual y la importancia de la humildad en la búsqueda del conocimiento.