Las bizarrías de Belisa

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ISBN rústica: 9788498162011


Las bizarrías de Belisa. Félix Lope de Vega

Jornada primera

(Salen Belisa con vestido entero de luto galán, flores negras en el cabello, guantes de seda negra y valona, y Finea.)

Finea: ¿Así rasgas el papel?

Belisa: Cánsame el conde, Finea.

Finea: ¡Qué ingratitud!

Belisa: Que lo sea
me manda Amor.

Finea: Fuego en él,
que pienso que no es tan vario
en sus mudanzas el viento.

Belisa: Navega mi pensamiento
por otro rumbo contrario.
Castigó mi voluntad
el cielo.

Finea: No sé si diga
que justamente castiga,
señora, tu libertad.
Tanto despreciar amantes,
tanto desechar maridos,
tanto hacer de los oídos
arracadas de diamantes,
claro está, que habían de dar
[esa] ocasión al Amor
para vengar tu rigor.

Belisa: Bien se ha sabido vengar.

Finea: ¡Oh qué bien los has vengado
con querer agora bien
a quien, ni aun sabes a quién,
ni él tampoco tu cuidado!
Tus desdenes con razón
agora diciendo están:
«Qué se hizo del rey don Juan?
Los infantes de Aragón,
¿qué se hicieron?»

Belisa: No presumas
que de esta mudanza estoy
arrepentida, aunque doy
agua al mar, al viento plumas;
porque tengo la memoria
de este necio amor tan llena,
que juzgo poco la pena
para tan inmensa gloria.
¿Llaman?

Finea Sí.

Belisa Pues quiero hablarte
con más espacio después;
mira quién es.

Finea Celia es,
que ha venido a visitarte.

(Vase. [Sale Celia].)

Celia Prospere tu vida el cielo.

Belisa No sé, Celia, si querrá
tener ese gusto ya.

Celia Ya la novedad recelo;
dijéronme que te habían
visto con luto en la Calle
Mayor aunque gala y talle
la causa contradecían.
Y hallo que todo es verdad
pero tanta bizarría
no es tristeza.

Belisa Celia mía,
murió.

Celia ¿Quién?

Belisa Mi libertad.

Celia Es imposible que en ti
haya faltado el desdén.

Belisa ¿No es faltarme querer bien?

Celia ¿Tú quieres bien?

Belisa Yo.

Celia ¿Tú?

Belisa Sí.
Ya cesaron mis rigores.

Celia Veré primero sembrado
de estrellas del cielo el prado,
y el cielo de hierba y flores,
y trocado el natural
efeto veré también
a la envidia decir bien,
y a la virtud hablar mal;
veré la ciencia premiada
y a la ignorancia abatida
que es la verdad bien oída
y que la lisonja enfada,
y el imposible mayor
dar honra al que está sin ella,
que crea, Belisa bella,
que puedes tener amor.

Fragmento de la obra