La prueba de los amigos

3.00

SKU: 9788499532493 Categoría: Etiquetas: ,

ISBN rústica: 9788498161984


La prueba de los amigos. Félix Lope de Vega

Jornada primera

(Entren Fabio, Fabricio, Tancredo, Fulgencio y otros, de acompañamiento, y Feliciano, con un luto; y detrás de todos Galindo, lacayo, con otro luto a lo gracioso.)

Fabio: Téngale Dios en el cielo,
que, juzgando por sus obras,
mejor padre, muerto, cobras
que le perdiste en el suelo;
tales fueron sus costumbres,
que pienso que, desde aquí,
le puedes ver como allí
se ven las celestes lumbres.

Fulgencio: En mi vida supe yo
dar un pésame, Tancredo.

Tancredo: No me dio cosa más miedo,
ni más vergüenza me dio.
¿Cómo diré que, en rigor,
de consuelo le aproveche:
«¿Vuesa merced le deseche
por otro padre mejor?»

Fulgencio: Eso fuera desatino;
óyeme e imita luego.

Tancredo: ¿En fin, vas?

Fulgencio: Temblando llego.
Como el gran padre divino
lo es de todos inmortal,
consuelo podéis tener,
que os ha de favorecer,
Feliciano, en tanto mal;
su falta se recupera
con poneros en su mano.

Fabricio: No es posible Feliciano
que en vos Everardo muera,
quedando tan vivo en vos,
que sois su traslado cierto;
pero guárdeos Dios, y al muerto
téngale en su gloria Dios.

Fulgencio: ¿Aún no llegas?

Tancredo: No he podido
sujetar mi mal humor;
dar el pésame es mejor
de este hipócrita fingido,
a este alcahuete bellaco,
a este Pármeno fiel,
que yo me avendré con él.

Fulgencio: ¿Va el pésame?

Tancredo: Ya le saco.
Señor Galindo, ya es muerto
su padre de Feliciano;
que vos quedáis, es muy llano,
por su padre…

Galindo: Sí, por cierto.

Fulgencio: Sacad del capuz la cara.

Fragmento de la obra