La desheredada

3.00

ISBN: 9788499531991 Categoría: Etiquetas: ,

ISBN CM: 9788496290839
ISBN tapa dura: 9788499535586
ISBN rústica: 9788499532004


La desheredada, una novela de Benito Pérez Galdós perteneciente al grupo de novelas que él mismo denominó «Novelas españolas contemporáneas». Estas obras reflejan fielmente la sociedad del momento. En ellas son continuas las referencias a los hechos políticos de entonces, creando un universo novelesco que reaparecerá en casi todos los títulos.
La desheredada presenta la caída social de Isidora Rufete. Pretende heredar un marquesado y termina ejerciendo la prostitución, peldaño final de una degradación progresiva y dolorosa.
Galdós publicó este libro en 1909, a los sesenta y seis años de edad. Sin embargo, los sucesos que relata tienen lugar treinta y tantos años antes, en el tiempo de la crisis de la Primera República.
La peripecia de la novela está entrelazada con los avatares históricos casi como una alegoría de las ínfulas aristocráticas de Isidora Rufete. Isidora siente fascinación por el lujo superfluo, menosprecia la clase social en que se ha criado y es ejemplo de la falta de sentido común.
Algunos estudiosos de Galdós han querido ver en la trama de La desheredada la influencia de Madame Bovary de Gustave Flaubert.
Isidora Rufete sufre de bovarismo. Sin embargo, mientras Emma Bovary se dejaba llevar por la ilusión burguesa de llegar a ser una dama parisién, la española delira por vivir como una aristócrata en Madrid, a causa de su convicción de que es la hija de una marquesa tempranamente fallecida.

«…¿Se han reunido todos los ministros?… ¿Puede empezar el Consejo?… ¡El coche, el coche, o no llegaré a tiempo al Senado!… Esta vida es intolerable… ¡Y el país, ese bendito monstruo con cabeza de barbarie y cola de ingratitud, no sabe apreciar nuestra abnegación, paga nuestros sacrificios con injurias, y se regocija de vernos humillados! Pero ya te arreglaré yo, país de las monas. ¿Cómo te llamas? Te llamas Envidiópolis, la ciudad sin alturas; y como eres puro suelo, simpatizas con todo lo que cae… ¿Cuánto va? Diez millones, veinticuatro millones, ciento sesenta y siete millones, doscientas treinta y tres mil cuatrocientas doce pesetas con setenta y cinco céntimos…; esa es la cantidad. Ya no te me olvidarás, pícara; ya te pillé, ya no te me escapas, ¡oh cantidad temblorosa, escurridiza, inaprehensible, como una gota de mercurio! Aquí te tengo dentro del puño, y para que no vuelvas a marcharte, jugando, al caos del olvido, te pongo en esta gaveta de mi cerebro, donde dice: Subvención personal… Permítame Su Señoría que me admire de la despreocupación con que Su Señoría y los amigos de Su Señoría confiesan haber infringido la Constitución… No me importan los murmullos. Mandaré despejar las tribunas… ¡A votar, a votar! ¿Votos a mí? ¿Queréis saber con qué poderes gobierno? Ahí los tenéis: se cargan por la culata. He aquí mis votos: me los ha fabricado Krupp… Pero ¿qué ruido es este? ¿Quién corretea en mi cerebro? ¡Eh!, ¿quién anda arriba?… Ya, ya; es la gota de mercurio, que se ha salido de su gaveta…»

Fragmento de la obra