La adúltera virtuosa
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ISBN tapa dura: 9788499535265
ISBN rústica: 9788498160918
La adúltera virtuosa. Antonio Mira de Amescua
Jornada primera
(Salen el duque Mauricio, y la duquesa doña Juana, su mujer, doña Inés, su camarera, el duque Claudio, el marqués Carlos, y gentiles hombres. Todos salen como desposorio.)
Carlos: …Ya en el domo, el cardenal
a vueselencias aguarda,
y en el palacio real
vi cercados de la guarda
los mármoles del portal.Claudio: ¿Qué falta para salir
agora a la santa iglesia?Mauricio: El rey.
Claudio: Pues, ¿ha de venir?
Mauricio: A honrarnos.
Claudio: De su prudencia
más se puede presumir.Juana: Quiere honrarnos, siendo hoy
de nuestras bodas padrino;
que porque española soy,
me favorece.Carlos: Imagino
que oyendo la guarda estoy.(Dentro.)
Guardia: ¡Plaza, plaza!
Mauricio: Él es, sin falta.
A recibirle salgamos,
pues una merced tan alta
de su clemencia alcanzamos.Carlos: Pienso que caeréis en falta,
porque ya está arriba y llega
donde estáis.(Dentro.)
Guardia: ¡Plaza!
(Salen el Rey, el Conde y Varón.)
Mauricio: Señor,
mi humildad a estos pies llega,
pues tan inmenso favor
hoy deja la envidia ciega.
¿Cuándo, señor, merecí
que mi casa y su humildad
tal huésped tuviera en sí?Rey: Alzad, duque; duque, alzad.
Mauricio: Quisiera tener aquí
riquezas para ofrecerlas
a estos pies; que solo ellos
pudieran enriquecerlas,
[…………………..- ellos]
[…………………..- erlas]
y que del rubio arrebol
tapices el Sol le diera,
sus Indias el español,
y, al fin, que esta casa fuera,
señor, la Casa del Sol.Rey: Duque, su adorno y concierto
es digno de gran valor.
A encarecerlo no acierto.
Poned la gorra.Mauricio: Señor…
Fragmento de la obra