Huracán sobre el azúcar

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ISBN CM: 9788499535944


En marzo de 1960 Jean Paul Sartre, acompañado por Simone de Beauvoir, visitó por segunda vez Cuba. Fuero invitados por Lunes de Revolución.
Esta invitación fue correspondida con los artículos periodísticos que integran Huracán sobre el azúcar. Se publicaron inicialmente en el suplemento de, evidentemente, Lunes de Revolución y en L’Express.
Cabrera Infante dijo, en una entrevista, que Lunes de Revolución invitó a Simone de Beauvoir y Sartre. Infante comentó que los miembros de la revista tenían la esperanza de que diesen giro filosófico a la situación del país.
Simone y Sartre recorrieron diversos lugares de la isla y se entrevistaron y retrataron con el Che Guevara y Fidel Castro. Durante el viaje a Cuba, Sartre se hospeda en el Hotel Nacional y empieza este libro de la manera siguiente:

La Habana. Esta ciudad, fácil en 1949 cuando la visité por primera vez, me ha desorientado. Esta vez, estuve a punto de no comprender nada.
Vivimos en uno de los mejores barrios, en el Hotel Nacional, una fortaleza de lujo, flanqueada por dos torres cuadradas almenadas.
A sus clientes, que vienen de Estados Unidos, solo se les pide dos cualidades: fortuna y gusto. Como son raramente conciliables, si tienen la primera se les supone la segunda sin averiguar mucho.
Tropiezo a menudo en el vestíbulo con corpulentos «yanquis» (en Cuba los llaman así, a no ser que les digan «americanos») elegantes y deportivos, y observo con sorpresa sus rostros cansados. ¿Qué los aplasta: los millones o la sensibilidad? Sea como fuere, es un problema que no me concierne.
En mi cuarto de millonario podría caber mi apartamento de París. Tiene sedas, paravanes, flores bordadas o en búcaros, dos lechos dobles para mí solo —todas las Comodidades.
Pongo al máximo el aire acondicionado para disfrutar del frío de los ricos. Con treinta grados a la sombra, me acerco a las ventanas y, con estremecimientos suntuosos, miro cómo transpiran los que pasan.

La reflexión de Sartre va entonces a otro lugar. Durante la década de los años sesenta se había instalado un discurso económico e ideológico a favor de la destrucción de la industria azucarera. Se pretendía favorecer la variedad agroindustrial, y en este contexto surgen una serie de reflexiones que Sartre compartió, a partir de su visita, en las páginas de Huracán sobre el azúcar.
A su regreso a Francia publicó 16 artículos en el periódico France Soir que dan origen a este libro. Sartre se interesa por otra opción para Cuba, por un modelo económico insular. Cree que Cuba construirá su propio modelo socio-económico. Con esa convicción escribe esta serie de artículos, defiende a la Revolución cubana y describe lo que, en su opinión, eran sus particularidades distintivas.
Para Sartre la Revolución cubana, en términos teóricos, había roto el maleficio del «Muro» existencialista. Llegó a decir que si la Revolución cubana fracasaba se

«perdería todo, hasta la esperanza»

Esa idea lo lleva a escribir Huracán sobre el azúcar. Esta serie de artículos tuvo una enorme repercusión y cambió para siempre la imagen de la Revolución cubana. En paralelo, y más allá de la ironía con la fascinación de Sartre por Cuba, una lectura atenta nos mostraría con cuánta lucidez Jean Paul Sartre identificó, en estos artículos, muchos de los dilemas que tendría que afrontar la revolución cubana.


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