Guerra de Granada

3.00

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ISBN CM: 9788490077153
ISBN tapa dura: 9788498978315
ISBN rústica: 9788496290198


Guerra de Granada es el libro más célebre de Alonso de Palencia. Es una crónica de la conquista de Granada, último enclave del mundo islámico en España.
Escrita, asimismo, en latín, comprende nueve libros, pese a que el proyecto era de diez. Los hechos relatados abarcan desde el año 1490 —recuérdese que la Guerra de Granada llegaba a esa misma fecha— hasta enero de 1492, es decir, hasta la conquista de Granada por los Reyes Católicos, el día 2 de dicho mes y año.
Alonso de Palencia vivió sucesos capitales de orden político, en España y en Italia. Fue gestor y testigo ocular de las negociaciones e intrigas decisivas para las Coronas de Castilla y Aragón. Tan rica experiencia le confiere a su obra una información de primerísima mano. Aunque no exenta de pasión, pero acorde con la realidad de aquella época tan turbulenta.
Merece la atención señalar como Alonso de Palencia relata la perversa astucia psicológica de Fernando de Castilla. Fernando estrechó lentamente el cerco en torno a Granada y no dudó en decapitar a los moriscos defensores de las poblaciones cercanas a la ciudad. Mientras que, en otras oportunidades, fue magnánimo, perdonó vidas y respetó las propiedades de éstos.

Abatido ya ignominiosamente el antiguo poderío de los godos, y cuando los moros extendían sus devastaciones por todo el reino, viéronse detenidos en sus triunfos por Pelayo. Último vástago de las más nobles familias godas, mereció reinar el primero entre los astures, cuyo caudillo había sido en los días de desgracia. Extendiéndose luego el favor de este héroe verdaderamente excepcional, encendió bélico ardimiento en el corazón de sus sucesores. Durante mucho tiempo los cristianos de las Asturias, Vascongadas y Cantabria tuvieron la defensa en su reducido número y en lo abrupto de sus montañas, mientras la muchedumbre de los bárbaros invasores, con la alegría salvaje de los primeros triunfos, iba ocupando con feroz empuje casi todo el llano y sometiendo a su yugo las demás provincias de España. Mas los cristianos, estrechamente unidos por vínculo religioso, consiguieron ir poco a poco rechazando a los feroces muslimes, y recuperar en parte en muchos años lo que ellos conquistaron en breve tiempo. Mientras la defensa de Castilla estuvo encomendada a egregios caudillos, todos los del reino de León, que combatían denodadamente con los moros, encontraban invencible obstáculo en su muchedumbre, que terrible y cruelmente trabajaba por exterminar cuanto antes el nombre cristiano. Pero cuando la hueste leonesa se unió a la castellana, ya aparecieron más poderosos que los moros. Ya no infundían espanto sus numerosos guerreros al puñado de cristianos, y frecuentemente peleaban con fortuna en batalla campal y en campo abierto 4 o 5.000 caballos y pocos más peones de los nuestros contra 50.000 jinetes moros e innumerable cantidad de infantes. Y aunque nuestras discordias retrasaban la recuperación de muchas provincias, sin embargo, poco a poco los enemigos iban cediendo el terreno a los vencedores.

Alonso de Palencia