En la quietud del mármol

Teresa Wilms Montt publicó En la quietud del mármol, su tercer libro, en 1918, mientras se encontraba en Madrid. En este libro de prosa poética, Wilms Montt aborda temas recurrentes en su obra, como la comunicación del poeta con su público, el peligro de que los hombres se deshumanicen y la acusación hacia aquellos que causan la desgracia de los demás.
El libro incluye un prólogo escrito por Enrique Gómez Carrillo, titulado «Thérèse de la †», en el cual se destaca a Teresa Wilms Montt como una gran escritora. Se ha interpretado que el libro está dedicado a un destinatario llamado Anuarí, quien estaría inspirado en Horacio Ramos Mejía, un joven argentino con quien Wilms Montt tuvo una relación y que posteriormente se suicidó.
En la quietud del mármol fue elogiado por su carácter elegíaco y por explorar el tema de la pérdida del amado. La crítica contemporánea destacó la escritura en prosa poética, describiéndola como vibrante y llena de sugestiones. El libro fue considerado un poema de amor intenso y apasionado, que continúa manifestándose con fervor incluso después de la partida del ser amado.
Se ha señalado una conexión temática entre En la quietud del mármol y Los sonetos de la muerte de Gabriela Mistral, en cuanto al motivo de la apropiación del cuerpo del amado muerto. Ambas obras invierten el género del sujeto que se vuelve pasivo y objeto del discurso, desafiando el poder genérico tradicionalmente establecido.
En la quietud del mármol es una obra poética que profundiza en la expresión de los sentimientos y la exploración de la condición humana desde la perspectiva de Teresa Wilms Montt.