El truhán del cielo y loco santo

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ISBN rústica: 9788498161793


El truhán del cielo y loco santo de Félix Lope de Vega fue representada en la Montería de Sevilla en 1643.

Jornada primera

(Salen Nicolás, caballero, Octavio, Celio y Casandra, dama.)

Casandra: Con la salud que tuviere,
estoy a vuestro servicio.

Nicolás: El serviros es oficio
del que por vos vive y muere.
Bien sabe vuestra belleza,
dos años habrá, de mí
esta verdad, aunque fui
desdichado, con firmeza.

(Tórnase a entrar Octavio.)

Casandra: Suplícoos que me tratéis
con diferentes razones,
cuando en estas ocasiones
otra cosa no miréis
más que mi sangre, que es ser
hija de Camilo, y vuestra
servidora.

Nicolás: Bien se muestra
que estáis de otro parecer;
pues Alejandro pregona
que ha de ser vuestro marido,
de vos tan favorecido;
y en Viterbo no hay persona
que esto mismo no publique.

Casandra: Yo confieso que es deseo
de Alejandro, mas no creo,
aunque me lo certifique
todo Viterbo, que puede
Alejandro pregonar
cosa que pueda faltar,
y que de quien es excede.
Y no me gozo tampoco,
que pudiera ser que fuese
si mi padre lo quisiese;
pero siempre el vulgo, loco
adivinó lo que estaba
en contingencia, por hecho,
sin saber que de mi pecho,
el primero voto faltaba;
que es mi padre, sin quien yo
no he de tener libertad;
y con esto me mandad;
que ya imagino que entró
mi padre, y en esto puede
hablaros mucho mejor.
Dadme licencia, señor;
que esto de límite excede
a mujer de mi opinión,
y más doncella.

Nicolás Esperad;
que es fuerza de voluntad,
y no fuerza de pasión.

Casandra La verdad en todo os digo,
y que si mi padre viene
en ello, Alejandro tiene
muy grande opinión conmigo.

(Vase.)

Nicolás ¡Que esto he venido a escuchar!
¡Que esto he llegado a sufrir!
¡Alejandro ha de morir!
¡A Casandra no ha de dar
la mano de esposo! ¡Cielos!
¿Por qué disteis por más fuerte
al suelo el mal de la muerte,
habiendo mujer y celos?

(Entra Camilo con báculo.)

Camilo ¡Señor, en mi casa!

Nicolás Vengo
con deseos de besaros
las manos, y a visitaros.

Camilo A mucha merced lo tengo
¡Hola!

(Sale Octavio.)

Fragmento de la obra