El más feliz cautiverio y los sueños de Josef
€11.90
ISBN rústica tipográfica: 9788498160857
La historia de José se narra en el libro del Génesis (capítulos 37-50). Ha sido, como otros tantos relatos de las Sagradas Escrituras, objeto de inspiración de los dramaturgos españoles. Es el caso del granadino Antonio Mira de Amescua, autor de la comedia religiosa El más feliz cautiverio y los sueños de Josef.
Considerada anónima durante mucho tiempo; fue Alberto de la Barrera el primero en atribuírsela a Mira de Amescua. Hoy en día no se duda de la autoría de Mira. Una de las causas que provocaron dudas sobre la autoría fueron sido los diferentes nombres por los que se ha conocido esta obra.
Jornada primera
(Campiña con praderas, peñascos y rebaños de toda especie de ganados pastoriles: Una cisterna en medio. Después de ruido de esquilas, chasquidos de bandas y voces, salen dos pastores, Rubén, Simeón, Judá, Isacar y Leví.)
Simeón: Ahipad los perros: ¡to, to!
Judá: ¡Qué se escapa! ¡Qué se escapa!
Leví: Por el arroyo a la cuesta…
Todos: ¡Qué va al monte! ¡Ataja, ataja!
Rubén: Ya será en vano seguirle.
Judá: Ya en la maleza se ampara.
Leví: Ya al monte huye velozmente.
Simeón: Con él la mastina parda
emparejó hecha una perra,
pero la dejó burlada.Judá: Temeridad fue el ganado
traerle a aquestas montañas
de Dotayín, que en Sichem
de estos sustos libre estaba.Leví: Cierto es pues allá no hay fieras.
Rubén: ¡Tampoco pasto! Y si le hallan
aquí, como veis, es cierto
se le mejora de estancia.Leví: No hay duda que aquí al fin come.
Rubén: Por lo demás en su guarda
vigilaremos su riesgo.Simeón: Pero digo, camaradas,
los demás hermanos, ¿cómo
no están aquí?Rubén: No hacen falta
con nosotros, pues a todo
bastamos sin ellos.Leví: No haya
quien de la historia eche menos
tan precisa circunstancia.Simeón Nadie ignora, que a esto y cuanto
hicimos, todos se hallaban;
mas la cómica licencia
éstas y otras circunstancias
omite o añade, y siempre
que a la historia no haga falta,
para el adorno es preciso
que algún episodio haya.
Mas volviendo a nuestro asunto,
¡juro a Dios que el correr cansa!
Reniego tal vida. Aquí,
aquí quisiera se hallara
nuestro hermano el soñador.Rubén No le nombres. ¡Calla, calla!
Judá No le acuerdes. ¡Cesa, cesa!
Leví No a la memoria le traigas.
Rubén Que siempre que de él me acuerdo…
Judá Pues cuando oigo que de él se habla…
Leví Que aun imaginar en él…
Todos renueva a mi odio la saña.
Rubén ¡Quién le quitara la vida!
Judá ¡Quién ver su muerte lograra!
Leví ¡Quién jamás le viera!
Fragmento de la obra