El honroso atrevimiento

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ISBN: 9788499530963 Categoría: Etiquetas: ,

ISBN rústica: 9788498164992


El honroso atrevimiento. Tirso de Molina

Jornada primera

(Salen Lisauro, como en su casa, Honorato, viejo, Diódoro y Verino, desenvainadas las espadas.)

Lisauro: Cogido nos habéis de sobresalto,
y del son que venís tanto me pesa
cuanto me hallo de socorro falto.

Honorato: El peligro, Lisauro, nos da priesa;
siguiendo me vendrán desde Rialto
mis enemigos, que tendrán la presa
por cierta, y su venganza por sin duda,
si no nos dais para huir ayuda.

Lisauro: Acostados están todos en casa,
y no os será seguro el despertallos,
ni mientras el furor que tenéis pasa
de Venecia os podrán sacar caballos,
porque en ella la tierra es tan escasa
cuanto pródigo el mar por excusallos;
que es tan casero y manso aquí que fragua,
cual veis, en vez de piedras, calles de agua.
Mas, ¿qué ocasión la ha dado a que el consejo
de vuestras canas no haya reprimido
vuestro enojo, Honorato?

Honorato: Es en el viejo
la ira más cruel, cuando, atrevido
el mozo a su respeto, que de espejo
le ha de servir, se arroja. Hame ofendido
un mozo mercader; pero ¿qué importa
ser hielo la vejez si el hielo corta?
Averiguando cuentas Feliciano
conmigo, porque aquesta señoría
en Marte y en Mercurio cortesano
funda la dicha de su monarquía,
quiso, tras un mentís, alzar la mano;
pero la mía, aunque caduca y fría,
sacó la daga que en su pecho necio
vengó su atrevimiento y mi desprecio.
Acudieron sus deudos y parientes,
y tomando por suya aquesta ofensa,
sacaron armas, convocaron gentes,
y la que vino fue, Lisauro, inmensa;
mas Verino y Diódoro que, obedientes,
dieron a mi valor nueva defensa
y a su amor filial fama debida,
vida me dieron, si les di la vida.
Sacáronme en los brazos, y saltando
en una de las góndolas compuestas
que, en vez de coches, olas van surcando
por calles de agua a su humedad opuestas,
a pesar de los deudos que gritando
hacían sus injurias manifiestas,
doblando esquinas, con la noche escura
nos trajo a vuestra casa mi ventura.
Considera cuán cierta está mi muerte
si no me da favor vuestra nobleza.

Fragmento de la obra