Descripción e historia del Castillo de Aljafería sito extramuros de la ciudad de Zaragoza
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ISBN rústica: 9788499530444
Descripción e historia del Castillo de Aljafería sito extramuros de la ciudad de Zaragoza es una obra del erudito aragonés Mariano Nougués Secall.
Escrita hacia 1846, a raíz de una visita de la reina de Aragón, Isabel I al Palacio de la Aljafería. Según cuenta en el prólogo el autor, la obra le fue sugerida por Isabel I, quien estaba en vísperas de casarse con Francisco de Asís de Borbón, en la visita al patio de Santa Isabel.
Siguiendo la idea de Isabel en su visita, Nougués trabajó en esta Descripción e historia del Castillo de Aljafería, que fue presentada en Zaragoza el 12 de marzo de 1846, y poco después enviada a la Secretaría de Estado en Madrid, para que pudiese ser leída por la reina, quien dio visto bueno.
El castillo de la Aljafería, que no puede llamarse ciudadela ni por su posición, ni por sus fortificaciones, se halla situado a la parte occidental de Zaragoza a la derecha del Ebro, entre este río y la concurrencia de los caminos reales de Madrid y Pamplona, cuya linea dista tan poco que puede considerarse como tangente al foso: casi al nivel de éste y al pie del terraplén que lo forma por la fachada, se extiende la vega hasta el Ebro que corre a distancia de ochocientas a novecientas varas próximamente, y en dirección paralela. Por la oriental dista como unas doscientas cincuenta varas de la puerta llamada del Portillo enfilándola el baluarte o ángulo del sur de dicha fachada. El plano que se acompaña con el número 1.º, da una idea de su situación con respecto a la ciudad y su huerta, y asimismo de su figura y proporciones, aunque no alcanza a presentar las corrientes del Ebro.
Fragmento de la obra
La planta actual de la Aljafería es un cuadrilátero de ciento cuarenta varas de largo, y de ciento treinta de ancho con chaflanes o ángulos ochavados más irregular de lo que aparenta, sobre cuyas bases paralelas se levantan las fachadas de norte y sur; la primera de ciento trece varas de longitud, y de ciento catorce la segunda; sobre la altura o lado perpendicular se eleva la fachada de occidente en longitud de cien varas, y en todo el oblicuo restante apoya la fachada principal al oriente, formando con la del sur ángulo de noventa y siete grados.