Códice Florentino

El Códice Florentino, custodiado en la Biblioteca Medicea Laurenziana de Florencia, es una obra monumental que ilustra la rica cultura y tradiciones de la Nueva España. Surgido del meticuloso trabajo de fray Bernardino de Sahagún y sus informantes nativos, este manuscrito combina textos en náhuatl con traducciones y comentarios en castellano, proporcionando una visión integral de la vida y costumbres de los pueblos indígenas.
A pesar de enfrentar desafíos, como la orden del rey Felipe II en 1577 de recolectar todas las copias de la obra, el Códice fue llevado a Europa, convirtiéndose en un testimonio inestimable de la civilización azteca. Distribuido en cuatro volúmenes, abarca desde aspectos religiosos y espirituales hasta la vida cotidiana, estructura política, comercio y la relación con la naturaleza.
El Códice Florentino se distingue por su rica representación visual. Con más de 2.600 pinturas, es una joya artística. Captura la esencia de la cultura azteca con colores vibrantes y trazos detallados. Sahagún menciona a sus colaboradores más cercanos, describiéndolos como gramáticos trilingües:

• Antonio Valeriano,
• Alonso Vegerano,
• Martín Jacobita
• y Pedro de San Buenaventura.

Además, señala entre los escribas del Códice Florentino a:

• Diego de Grado,
• Bonifacio Maximiliano
• y Mateo Severino,

quienes ayudaron a transcribir los textos. Sin embargo, los artistas detrás de las pinturas no son mencionados por Sahagún. A pesar de ello, gracias a un estudio estilístico, se han identificado las manos de 22 pintores distintos que contribuyeron a la obra.
La presente edición es una selección de las imágenes más célebres del Códice Florentino, destacando la maestría y el talento de los artistas indígenas que colaboraron en su creación. Estas páginas preservaron la esencia de la cultura azteca en palabras y en imágenes, ofreciendo a las generaciones futuras una fuente inestimable para el estudio y apreciación de la Mesoamérica precolombina. El Códice Florentino es un recordatorio de la riqueza cultural y la capacidad de los pueblos indígenas para documentar y celebrar su historia, incluso en tiempos de cambio y adversidad.