Abre el ojo
€3.00 – €21.00
ISBN tapa dura: 9788490070307
ISBN rústica tipográfica: 9788498162158
Abre el ojo, de Francisco de Rojas Zorrilla (1607-1648), es una farsa de una modernidad sorprendente, por su manera de mostrar la relación real entre hombres y mujeres, con diálogos divertidos y personajes muy vitales.
Escrita en el año 1640 y representada en Toledo ese mismo año, pertenece al tipo llamado comedia de costumbres. Su comicidad se basa en la representación de personajes caricaturescos. Ofrece una rica estampa de la vida madrileña de la época con una trama en que se mezclan relaciones amorosas de una manera alegre y desenfadada.
Abre el ojo aspira a despertar en el espectador el placer de ver representados hábitos, comidas, casas y calles de la España de Felipe IV.
Jornada primera
(Sale don Clemente, como enojado, y doña Hipólita, viuda, deteniéndole.)
Don Clemente: Déjame ir.
Doña Hipólita: ¿A dónde vas?
¿Que te quiera bien te enfada?Don Clemente: Si tú no fueras cansada
te quisiera, mucho más.Doña Hipólita: ¿Que te enojes de ese modo
porque a detenerte salgo?Don Clemente: Déjame a mi querer algo,
no te lo quieras tú todo.Doña Hipólita: Bien pagas un noble amor.
Don Clemente: Porfía tu amor se llama.
Doña Hipólita: Porque ves que no soy dama
de coche y calle Mayor:
solo porque en mí no ves
(aunque me la dé cualquiera)
hoy sacar una pollera,
y mañana un guardapiés:
y porque nunca al sotillo
un verde me salgo a dar,
ni me ves irá buscar
a San Marcos el trapillo,
no me estimas ni me quieres,
ni una caricia te escucho;
pues adviértote que hay mucho
de mujeres a mujeres.
Ya yo entiendo tus desvelos,
y ya sé lo que te enfada
no ver mi casa colgada
de muy lindos terciopelos.
Lo que hubieras estimado
hallar cuando entras aquí,
una cama carmesí
con goteras de brocado,
ya yo sé que tú quisieras
ver mis manos muy brillantes
de sortijas de diamantes
(aunque tú no me las dieras).
En el Prado en el verano
tú oyeras de buena gana:
—«¿Quién ya allí? —Doña Fulana.
—¿Y quién la habla? —Don Fulano.»
Pues no hayas miedo, señor,
que a esto tu ruego me venza,
porque yo tengo vergüenza,
aunque ves que tengo amor.
Contigo fui desdichada,
y aunque en amar y querer
desdichada venga a ser,
he de parecer honrada,
nómbrame quien me nombró
(esto examinarlo puedes)
doña Hipólita Paredes
pero la Paredes no:
y es cosa muy desairada,
que yo me llegue a prendar
de un…Don Clemente: ¿Quiéreme dejar,
Fragmento de la obra
señora mujer honrada?
Paso con ella una vida…