Garcilaso: el dios mayor del Parnaso español
Las Églogas
Se dice que Garcilaso es el dios mayor del Parnaso español. La obra poética de Garcilaso de la Vega es reducida, pero de gran importancia en el contexto de las letras españolas (tres églogas, dos elegías, cinco canciones, treinta y ocho sonetos, una epístola en verso y algunos poemas breves tradicionales). A la muerte de Garcilaso, precisamente un 14 de octubre, sus manuscritos pasaron a manos de Juan Boscán (poeta e íntimo amigo de Garcilaso). La viuda de Boscán, Ana Girón de Rebolledo, se encargó de publicarlos.
Garcilaso de la Vega, máximo exponente del Siglo de Oro español, recupera el género clásico de las églogas. El poeta adopta el género eglógico porque le permite expresar los sentimientos más íntimos y dar voz a la introspección, mediante su lenguaje poético. En sus composiciones, especialmente en las tres Églogas, Garcilaso da prueba de su gran talento y sus conocimientos literarios, que abarcan desde los clásicos hasta los renacentistas italianos neoplatónicos.
Garcilaso recupera este género en el que la evocación de la naturaleza juega un papel crucial. Sus composiciones tratan temas amorosos en un ambiente bucólico y pastoril. La naturaleza idealizada sirve para mostrar los sentimientos. El amor y el descubrimiento de la naturaleza, aparecen en las tres Églogas de Garcilaso de la Vega.
Los Poemas
Los Poemas de Garcilaso de la Vega cambiaron el universo literario de la lengua castellana. Garcilaso de la Vega es uno de los máximos exponentes del Siglo de Oro y uno de los escritores más grandes de la historia. Como poeta, además de contar con la admiración de sus contemporáneos, fue alabado por Miguel de Cervantes Saavedra y Lope de Vega, entre otros. Es para ellos el dios mayor del Parnaso español.
La poesía de Garcilaso de la Vega, tuvo tres etapas: la castellana, en que escribe sus poemas octosilábicos; la italiana o petrarquista, en que, influido por Francesco Petrarca, escribe sus sonetos y canciones en forma de cancionero petrarquista dedicado a la dama Isabel Freyre; y la etapa clasicista o napolitana, en que, influido por los poetas clásicos latinos y por sus nuevas amistades napolitanas, escribe elegías, epístolas, églogas y odas, algunas de ellas en latín.
Los Sonetos
En sus Sonetos Garcilaso se ocupa de temas mundanos como la belleza y el amor al tiempo que admite su carácter efímero. Pero además de rescatar los tópicos de la poesía clásica latina, con los sonetos el poeta adaptó los versos de once sílabas a la lengua española.
Garcilaso manifestó un gusto elevado en la selección de su vocabulario. Este se caracteriza por una elegante sobriedad en la expresión de sus sentimientos y en la descripción de la naturaleza. Se aleja de la artificiosidad de la lírica cortesana del siglo XV, y apuesta por un lenguaje llano y natural. Garcilaso es un extraordinario ejemplo de claridad expresiva. Gran conocedor de los recursos técnicos de la poesía, cuida la musicalidad del verso que armoniza con la ternura de sus sentimientos. Estos son, básicamente amorosos. Se deleita, también, con la plácida belleza en la descripción de sus paisajes.
Garcilaso: el dios mayor del Parnaso español
En las Canciones de Garcilaso de la Vega relata, como si de un breve cancionero se tratara, el proceso amoroso, en general, doloroso y desgarrador. Este amor predestinado, provoca en el amante melancolía y dolor por no poder gozar del objeto amado.